
Los envíos de dineros y sobretodo de alimentos por parte de allegados se convirtieron en una bendición en estas fechas
La situación económica de los últimos años, ha minimizado el entusiasmo de los maturineses por la temporada decembrina, sin embargo los envíos de remesas por parte de familiares y amigos ha resuelto la fecha y devuelto la esperanza de pasar un día especial.
Las últimas semanas, las pocas casas de remesas que están en la ciudad se han visto colmada por ciudadanos, quienes retiraban envíos especiales, por parte de allegados que partieron hace algunos años a países vecinos y hoy anhelan que sus seres queridos tengan unas navidades medianamente felices.
Yolimar Guzmán, una de las usuarias de estos centros de envíos explicó, que su hermano desde Colombia, le había enviado cierta cantidad de dinero para la preparación de hallacas y los estrenos de sus dos pequeños hijos.
«Mi hermano se convirtió en mi niño Jesús este año, me realizó este envió con el cual no contaba y hoy aunque esté triste porque estará un poco lejos, estoy feliz porque está bien y desde allá ha podido ayudarnos, Dios lo siga protegiendo», dijo la mujer.
Aparte de las casas de envíos, también existen grupos de personas que viajan semanalmente desde lugares como Brasil a Maturín, ellos prestan sus servicios de traslados de productos, alimentos y equipos, ellos también reportan mayor cantidad de envíos, sobretodo de comida.