
El uso intensivo de dispositivos como computadoras, celulares y televisores se volvió parte de la vida cotidiana. Sin embargo, esta exposición prolongada puede generar molestias oculares y, en algunos casos, contribuir al desarrollo de problemas visuales. Para minimizar estos efectos, los especialistas insisten en la importancia de la prevención, los controles médicos regulares y ciertos hábitos de cuidado.
“Los ojos requieren la misma atención que cualquier otro órgano. Es fundamental incorporar la consulta oftalmológica a los chequeos anuales, sobre todo si existen antecedentes familiares de patologías como glaucoma o desprendimiento de retina”, advierte el doctor Marcelo Zas, ex presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología.
Entre los cuidados recomendados, el especialista destaca el uso adecuado de anteojos recetados. “Son un verdadero remedio. Su confección debe realizarse siempre con indicación médica y evitarse la compra en lugares no especializados, ya que los productos sin control profesional pueden comprometer la salud ocular a corto y largo plazo”.
En relación con el uso de pantallas, la Sociedad Argentina de Oftalmología y la Academia Americana de Oftalmología coinciden en una serie de recomendaciones para reducir la fatiga visual o astenopía digital, una de las consultas más frecuentes en la práctica clínica.
Cinco recomendaciones para reducir la fatiga visual
- Regla 20-20-20: la Academia Americana de Oftalmología propone esta estrategia simple para mitigar la tensión ocular: cada 20 minutos de trabajo frente a una pantalla, se recomienda mirar un objeto ubicado a 6 metros de distancia durante al menos 20 segundos. El objetivo es relajar los músculos oculares.
- Brillo y contraste adecuados: la configuración de las pantallas debe adaptarse a la iluminación del ambiente. Un contraste excesivo entre el entorno y el dispositivo puede forzar la vista. Ajustar el brillo a niveles confortables ayuda a reducir la tensión.
- Distancia recomendada: Para computadoras, se sugiere ubicar la pantalla a una distancia de entre 50 y 60 centímetros, y ligeramente por debajo del nivel de los ojos. En el caso de celulares, lo ideal es mantenerlos a una distancia mínima de 25 a 30 centímetros.
- Parpadeo consciente y lubricación ocular: durante el uso prolongado de pantallas, el parpadeo involuntario disminuye, lo que puede provocar sequedad ocular. Parpadear con mayor frecuencia y, si es necesario, utilizar gotas lubricantes (indicadas por el oftalmólogo) puede aliviar el malestar.
- Descansos digitales y control del tiempo de pantalla: reducir la exposición continua es clave. Muchos dispositivos cuentan con funciones para monitorear el tiempo de uso. Alternar actividades con y sin pantallas a lo largo del día y establecer pausas de descanso visual puede ayudar a prevenir síntomas como irritación, visión borrosa o dolor de cabeza.
Finalmente, los especialistas recuerdan que el diagnóstico precoz y el seguimiento profesional son esenciales ante cualquier molestia visual persistente. “Frente a síntomas como sequedad, picazón o visión borrosa, no hay que automedicarse. La consulta con el oftalmólogo sigue siendo el mejor camino para cuidar la salud visual”, concluye Zas.
Vía La Nación