Estela Torralba, fisioterapeuta de la Clínica Rozalén, explica a CuídatePlus algunas pautas y otros consejos que aparecen en la guía ¿Cómo debemos ir al baño? y que están basadas en la anatomía y la biomecánica.
“Lo ideal y anatómico, tanto al orinar como al defecar, es que se relaje completamente la zona pélvica y se produzca un proceso pasivo. No hay que empujar”. En el caso de las mujeres lo más conveniente es hacerlo sentada. Esto a veces es una misión imposible en baños públicos donde la limpieza no es lo más señalado del lugar. “En baños públicos para hacer pis acabamos haciendo una sentadilla o posiciones un poco imposibles. Ahí solemos necesitar empujar con la tripa para que pueda salir el chorro de orina”, dice Torralba.
Esto se produce porque al estar en una posición mantenida el suelo pélvico tiene que estar con un tono basal alto. “Cuando hacemos una sentadilla el suelo pélvico tiene que tener un tono alto -no está relajado del todo-. De esta forma, si estamos en una posición que no es sentada ni relajada hay que empujar”. Además del suelo pélvico, también se contrae la musculatura de la cadera y la musculatura glútea, lo que acaba por sobrecargar más el suelo pélvico para mantener la posición.
Si tenemos ganas de hacer pis y vamos al servicio, la orina saldrá si necesidad de empujar. Sólo al relajarnos y dedicarnos al tema. Eso sí, si aún sentada se empuja entonces no lo estamos haciendo bien.
Hacer pis sin prisas
Las prisas para esto nunca son buenas compañeras. “Si creemos que tenemos que empujar porque voy rápido y tengo que ir corriendo a esta reunión de trabajo o a otro lugar, eso hace que la vejiga aprenda que el músculo detrusor, que es el que está alrededor, no se contraiga para que salga el pis. Además, si empujamos y hacemos presión de forma constante sobre el suelo pélvico, los ligamentos y músculos de esas zonas pueden acabar debilitados”.
Otro error que cometemos, a veces porque creemos que es beneficioso, es cortar el chorro. Según queda reflejado en la guía, hacerlo “acaba desprogramando el deseo de saciedad y de la micción, por lo que el cerebro y la vejiga pueden dejar de comunicarse adecuadamente”. Pero también si cortamos el chorro y contraemos el suelo pélvico, parte de la orina permanece en la uretra y a la larga si lo hacemos de forma habitual puede derivar en una infección de orina.
Así que lo ideal es que el flujo de la orina sea libre y continuo para vaciar la vejiga completamente.
¿Cada cuanto hay que ir al baño?
Según Torralba, lo ideal es ir al baño a miccionar cada dos o dos horas y media, siempre en función de la cantidad de líquidos que bebamos. “Hay que evitar ir por si acaso, es decir, porque voy a salir aunque haya ido hace media hora o por si luego no puedo. Si enseñamos a la vejiga a vaciarse todo el rato y no sólo cuando está llena”, entonces tendremos que acudir al baño cada poco tiempo y puede desarollarse una incontinencia de urgencia.
Y si no vamos todo el rato tampoco tenemos que aguantar las ganas. “Si lo hacemos nuestro cerebro va anulando esas señales de urgencia que le aparecen y aprende a anularlo”.
Asimismo,al hacer pis no debemos ni leer ni utilizar el móvil, ya que interfiere en los procesos de activación refleja de la musculatura del suelo pélvico y termina por variar el ritmo miccional.
Vía Cuídate Plus