El municipio Maturín está estructurado legalmente en aproximadamente 638 sectores distribuidos en 10 parroquias. Estas incluyen: San Simón, Las Cocuizas, El Furrial, Alto de Los Godos, Santa Cruz, El Corozo, San Vicente, Jusepín y Boquerón. Esta vasta extensión territorial alberga una población que, a lo largo de los años, ha manifestado una disparidad crítica en el desarrollo de sus espacios habitacionales.
A pesar del tiempo transcurrido, los residentes de múltiples comunidades han denunciado que el desarrollo urbano ha quedado “atrapado en el tiempo”. Señalan que, en algunas zonas, persisten condiciones de hace más de dos décadas, caracterizadas por calles de tierra, ausencia de un sistema de cloacas funcional, deficiencias en el alumbrado eléctrico y la falta de aceras y brocales. Esta carencia de infraestructura básica refleja un estancamiento en la modernización de los sectores populares.

El sector La Constituyente, ubicado en la parroquia Las Cocuizas, sirve como un estudio de caso emblemático. Sus vecinos afirman que la comunidad no ha experimentado una evolución significativa en los últimos 25 años. Mencionan que, a pesar de las gestiones de diferentes administraciones gubernamentales, solo cuentan con la calle principal asfaltada y algunos postes de electricidad, mientras que la carencia de un sistema de cloacas sigue siendo un problema fundamental que afecta la calidad de vida.
“Yo llegué en el año 2000 y esto era una barriada de puros ranchitos, sin agua, con calles de tierra. Entonces comenzaron los alcaldes a prometer mejoras, y sí lo hicieron, aunque no todos”, comenta Russel Ramírez, residente del sector.


Ramírez también hace referencia al impacto de las políticas nacionales, como la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), creada oficialmente el 30 de abril de 2011. Este plan, diseñado para abordar el déficit habitacional, generó grandes expectativas de una vivienda digna en muchas familias. No obstante, el vecino señala que el alcance de la promesa no fue universal, dejando a varias familias sin la concreción de su proyecto habitacional.
El vecino resalta una fuerte crítica al señalar la paralización de dicho plan de vivienda y cómo el actual poder adquisitivo dificulta a las familias la autoconstrucción de una vivienda digna.
“Los barrios, que es donde está la masa del pueblo, deberían estar hoy en día mejor constituidos y actualizados; no deberían existir calles de tierra y mucho menos que falte el agua”.
Calles sin atención desde hace 20 años
Otro ejemplo de este estancamiento es el sector Santa Inés, ubicado al sur en la parroquia San Simón. Sus habitantes perciben una parálisis que también supera las dos décadas. Las más de 10 calles transversales del sector carecen de asfaltado y aceras. Lo más notable es que, a pesar de ser una de las comunidades organizadas que cuentan con una comuna constituida, continúan esperando la ayuda y la inversión del gobierno regional para lograr su modernización.



José Luis Malavé, residente de Santa Inés, reitera que, a más de veinte años de la fundación del sector, únicamente la calle principal ha sido asfaltada, dejando a las calles transversales en condiciones de tierra.
“Nosotros vivimos en este sector que está muy mal con respecto a los servicios básicos, como el asfaltado y el aseo. Siempre le hemos prestado apoyo a los gobernadores y alcaldes que han pasado, pero ellos nunca nos apoyan a nosotros, ya que hemos pedido el asfaltado varias veces y nada”.
Aseo urbano otro dilema en las comunidades
Los ciudadanos también denuncian el problema con el servicio de aseo urbano. Muchos, para evitar quemar la basura, la sacan hasta la avenida y la depositan en una isla central para que el camión recolector de desechos se la lleve. Resaltan que “ya no es como antes”, pues, el camión recorría los sectores por dentro y evitaba la acumulación de basura en las vías principales.

Ahora, señalan que el servicio pasa solo por las avenidas y en muy pocas comunidades es que se ve el camión, haciendo que los ciudadanos, en un intento de deshacerse de la basura, lo hagan en estas carreteras. Esto se ha repetido en sectores como Sabana Grande, Los Guaritos, 23 de Enero, la avenida Raúl Leoni frente a Santa Inés, La Floresta, Los Cortijos, entre otros.
Inundaciones y familias afectadas
En la parroquia Alto de Los Godos existe un sector que tiene un problema grave. En La Muralla, debido a la cercanía de las casas a un caño, estas se anegan en temporadas de fuertes lluvias, haciendo que hasta más de 200 familias pierdan electrodomésticos y enseres.
La Muralla está dividida en tres sectores, siendo el sector 1 y el 2 los más afectados, así como una parte del sector 3. También resultaron perjudicados el sector 5 de Julio y otras comunidades cercanas.
“Lo que pido es una limpieza constante. Desde hace más de 20 años se desborda este caño porque antes no existían esas viviendas cerca del canal. Nuestra comunidad está ubicada en una colina que tiene zonas bajas y otras altas. Con los años hemos ido mejorando con respecto a las viviendas, pero hace falta compromiso y cumplimiento de las autoridades con los servicios básicos, como el asfaltado, el sistema de luz, mejoras en las cloacas y, por supuesto, el servicio del agua, que siempre falla”, dijo Yenesca Díaz, vecina.


En este sentido, la instalación de un nuevo sistema de tuberías para aguas servidas o el embaulamiento del caño que atraviesa la zona, proponen los residentes del sector Las Brisas del Orinoco como una solución ante las recurrentes inundaciones que afectan a la comunidad por lluvias de más de 40 minutos.
Rosa Chópite, vecina afectada, señala que este problema existe desde hace más de cinco años, como consecuencia de la invasión de unos terrenos por donde pasaba parte del caño. Ante esto, asegura que las tuberías de aguas servidas que se instalaron son pequeñas y, como ha crecido la comunidad, se desbordan porque no aguantan la cantidad de agua que pasa.

El asfaltado de los sectores es otro reclamo de los habitantes de las comunidades de Maturín. La avenida principal del sector La Cruz, parroquia homónima del municipio, se ha vuelto una molestia e incomodidad para las diferentes rutas que trabajan por esta zona, ya que señalan que varios tramos de la calle están en condiciones no aptas.
Situación similar también la viven los vecinos de El Silencio de Campo Alegre, El Paramaconi, Valenzuela, La Chicharronera, San Judas Tadeo, Las Carolinas, San Jaime, Brisas del Aeropuerto, Barrio Bolívar, Godofredo, La Manga, La Puente, Las Florecitas, San Miguel, Alto Guri, La Carbonera, El Paraíso, entre otros sectores.
Las comunidades de Maturín enfrentan una crisis de servicios básicos generalizada. Los ciudadanos, a través de sus testimonios, claman por un compromiso real y urgente por parte de las autoridades para garantizar el cumplimiento y la mejora de los servicios esenciales como el asfaltado, el alumbrado público, el sistema de cloacas y el suministro de agua, con el fin de mejorar su calidad de vida.
Fotos: Juan Carlos Goitía