Atacantes palestinos abrieron fuego de forma indiscriminada en contra de un grupo de civiles en Jerusalén, dejando un saldo de seis fallecidos y unos 20 heridos. Las autoridades israelíes afirmaron que se trató de un atentado terrorista.
De acuerdo a testigos y autoridades locales, los atacantes llegaron en un carro a una concurrida parada de autobús a las afueras de Jerusalén. Una vez bajaron, dispararon contra varias personas que estaban en el lugar.
El atentado se desarrolló con una «rapidez y brutalidad» que generó un gran caos en la zona. Los testigos aseguraron que los atacantes se enfocaron en las personas que esperaban el autobús en la intersección de Ramot, cerca de los asentamientos israelíes.
«El autobús iba repleto de pasajeros. El conductor nos tuvo diez minutos encerrados, no abría las puertas y no nos daba explicación», dijo Marca Cohen, una mujer de 72 años que presenció el atentado.
VÍCTIMAS DEL ATENTADO
El jefe de personal del servicio de emergencias israelí Magen David Adom, Uri Shaham, afirmó que los atacantes dispararon a pasajeros del autobús y personas que estaban en la calle, mientras que decenas de testigos huían del lugar.
«La gente se miraba, tratando de entender qué pasaba, pero nadie entendía. Solo quizás después de dos o tres segundos, alguien de repente gritó ‘¡ataque terrorista!», dijo Eliazar Toledano, otro testigo.
Las autoridades confirmaron que, al menos, seis personas murieron en el atentado, incluyendo a un ciudadano español que emigró a Israel. Además, 13 personas fueron trasladadas a hospitales, mientras que 10 recibieron atención médica en el lugar.
Por su parte, ambos atacantes, que serían ciudadanos palestinos, fueron abatidos cerca de la escena del crimen por un soldado y dos civiles armados. Ahora las autoridades buscan dar con el paradero de otras personas que colaboraron en el atentado.
Vía | Caraota Digital
