Tras casi dos años de una ruptura mediática marcada por éxitos musicales catárticos y mudanzas transcontinentales, parece que Shakira y Gerard Piqué han iniciado una nueva etapa de paz y entendimiento.
La pareja, que finalizó su relación con la viral Sesión 53 con Bizarrap («Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan»), ha puesto fin a la comunicación indirecta y ahora se contacta directamente.
Fin de la mediación familiar
Durante los momentos de mayor tensión tras la separación y la mudanza de la cantante a Miami junto a sus dos hijos, Sasha y Milan, la comunicación entre la expareja se realizaba exclusivamente a través de intermediarios, principalmente Tonino, hermano de Shakira.
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Según ha confirmado la revista Vanitatis, esta dinámica ha cambiado. La publicación asegura que Shakira y Piqué «hablan directamente por teléfono», siendo WhatsApp el principal canal de contacto. Lo más destacable es que estas conversaciones se desarrollan «sin discutir».
Las interacciones se limitan estrictamente a asuntos de logística, educación y crianza de sus hijos, quienes han continuado sus estudios y su vida en Estados Unidos.
Shakira reconoce el rol de Piqué
Como un símbolo de esta nueva y más cordial relación, la cantante colombiana ha emitido públicamente comentarios positivos sobre su expareja, un gesto inédito desde el quiebre.
Al ser consultada sobre la disciplina de sus hijos, Sasha y Milan, Shakira otorgó mérito al exfutbolista:
«También el padre, hay que decirlo, es muy disciplinado, porque es que no se puede triunfar de otra manera en cualquier oficio; la disciplina es básica. Ellos saben que no hay otra manera… No hay otra. Eso sí que es innegociable», afirmó Shakira, según Vanitatis.
Este reconocimiento público marca un fuerte contraste con las ácidas referencias a Piqué y su entorno familiar incluidas en sus éxitos musicales.
Con información de Globovisión
