
La señora Sobeida Urbaneja, habitante del sector Costo Abajo en Maturín, señala que más de cinco calles de la comunidad carecen de asfaltado, circunstancia que genera que cuando llueve, los vecinos no puedan salir de sus casas porque las vías se vuelven intransitables debido al barro.
“Desde hace nueve años, que son los años que tengo viviendo por aquí, las calles están igualitas, en tierra. Cuando llueve, tengo que esperar más de una hora para que el agua baje y poder salir a la calle principal de Costo Abajo, saltando para no ensuciarme con el barro que abunda en las calles”, relata Urbaneja.





Además de las vías de tierra, las calles también están llenas de maleza, lo que pone en riesgo a los residentes debido a la posible aparición de animales venenosos. El sector también cuenta con un liceo donde estudia la mayoría de los niños de la zona.
Urbaneja menciona que en la comunidad también existe un problema con los pozos sépticos, ya que siempre se desbordan, inundando el sector con olores fétidos que, según resalta, perjudican la salud de los vecinos.
No reciben la bolsa del CLAP
La señora Urbaneja comenta, además, que la zona tiene más de cuatro meses sin recibir la bolsa del programa CLAP Comités Locales de Abastecimiento y Producción. Agrega que la mayoría de los vecinos que residen en la comunidad son personas de bajos recursos.
“Contamos con el agua, pero no recibimos la bolsa del CLAP. A nosotros, que somos de sectores foráneos, esto nos ayudaba bastante, sobre todo porque somos personas de bajos recursos. También tenemos el problema de la electricidad, que siempre se va hasta más de dos veces al día, por lo que solicitamos a las autoridades atención para estas zonas”, concluyó.
Fotos/Juan Goitía