Meses después de que se conocieran los planes de boda de Taylor Swift y Travis Kelce en Rhode Island, se ha revelado que la cantante ha desatado una ambiciosa remodelación floral en su mansión de Watch Hill, en Nueva Inglaterra, valorada en 17 millones de dólares, para convertirla en el escenario de su «sí, quiero».
La pareja, que inicialmente barajó la posibilidad de casarse en Italia, ha optado por la intimidad y la libertad creativa que les ofrece su residencia, según reportes recientes.
Swift estaría destinando una inversión de alrededor de 1.2 millones de dólares solo para crear un jardín completamente nuevo, diseñado para ser el corazón de la ceremonia. Una fuente cercana al proyecto asegura que la visión de Taylor es rodear la propiedad con un «mar de flores», un concepto que, según el informante, es un sueño que la artista ha cultivado desde su adolescencia.
Ola floral
El despliegue botánico incluye la plantación anticipada de una exquisita selección de rosas rojas, peonías, hortensias y orquídeas. La paleta de colores será una mezcla romántica de blancos, púrpuras, rosas y tonos rojizos, buscando que el ambiente entero se perciba como una «ola floral». Las flores no solo adornarán el jardín y los exteriores, sino que serán protagonistas en carpas, pasillos y zonas de recepción.
Además, la inversión millonaria también cubre a jardineros especializados, diseñadores botánicos y un estricto dispositivo de seguridad para blindar las obras. La idea es que la estética del entorno natural se fusione con la narrativa del evento, funcionando como un guiño a las letras románticas y la estética visual de la propia artista.
En un gesto hacia sus amistades más cercanas, la cantante planea obsequiar a las invitadas un ramo de rosas eternas rojas, un símbolo de la durabilidad de sus lazos afectivos. Precisamente, en la esfera de la amistad, a principios de este mes se conoció que Selena Gomez y Gigi Hadid han sido elegidas como damas de honor, cumpliendo el deseo de Swift de rodearse de su círculo más íntimo para vivir esta nueva etapa, con fiestas y viajes previos al gran día.
Aunque la fecha exacta se mantiene en secreto, las obras en la mansión y el calendario logístico confirman que la boda, esperada para el próximo verano, se celebrará en la icónica residencia de Watch Hill, marcando uno de los enlaces más esperados del mundo del entretenimiento.
Vía Notitarde
