Un grupo de trabajadores de la empresa Guardián de Venezuela, protestaron la mañana de este jueves en las afueras de la Inspectoría del Trabajo para solicitar que se investigue unas presuntas irregularidades.
Julio Rojas, trabajador de la referida empresa, en nombre de los más de 90 empleados, solicitó abrir un proceso administrativo contra la directiva de la compañía. Asegura que los gerentes no han querido reunirse con los afectados para llegar a un acuerdo.
«Estamos en la Zona Industrial de Maturín a escasos metros del Monumental y nuestra compañía ha sido una empresa fantasma, que para muchas autoridades del estado ha sido invisible. Queremos que se envíe un equipo serio, responsable y de alto nivel de Caracas que nos dé respuesta a nuestra problemática», señaló Rojas.
Añadió que este problema se presenta desde hace seis años y la empresa en este momento está llevando a cabo un proceso de reactivación, pero desconocemos los detalles porque tenemos prohibida la entrada a la fábrica con los funcionarios de la Inspectoría del Trabajo.
«Ellos (representantes de la empresa) lo que alegan es que por ser del Estado y la Inspectoría de Trabajo y otras instituciones de Monagas no tienen ninguna competencia para dar ningún fallo a favor de los trabajadores. Hemos tratado de conversar para llegar a un acuerdo con los representantes de la empresa, pero evaden la responsabilidad y los acuerdos que se han firmado con la inspectoría», agrega el vocero de los empleados.
Dijo, además, que solo están percibiendo un salario de 65 bolívares quincenal y el bono de alimentación de mil bolívares. Precisó que no están recibiendo ningún otro tipo de beneficios y hay trabajadores con hasta 35 años de servicio que no han recibido respuesta respecto a su liquidación.
