El canciller ucraniano, Andrii Sibiga, afirmó este martes que Rusia no ha presentado «pruebas plausibles» que respalden la denuncia de un ataque masivo con drones contra una de las residencias del presidente Vladimir Putin.
Según Kiev, las acusaciones del Kremlin son una estrategia para sabotear los recientes avances diplomáticos y justificar nuevas atrocidades.
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La controversia por el ataque
El lunes, Moscú acusó a Ucrania de lanzar 91 drones contra una residencia oficial situada en la región de Nóvgorod. Ante la falta de evidencias visuales o físicas, Sibiga fue contundente a través de la red social X:
«Ha pasado casi un día y Rusia aún no ha proporcionado pruebas. No lo harán porque no hay ninguna. No se produjo ningún ataque de ese tipo», sentenció el ministro de Relaciones Exteriores.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó la necesidad de mostrar pruebas argumentando que el sistema de defensa aérea derribó todos los artefactos, y advirtió que la postura de Rusia en las mesas de negociación sufrirá un «endurecimiento» tras este incidente.
Sabotaje a los esfuerzos diplomáticos
El presidente Volodimir Zelenski calificó las acusaciones como una «mentira» diseñada para socavar los esfuerzos diplomáticos iniciados tras su reciente reunión con el presidente estadounidense Donald Trump en Florida.
Para el gobierno ucraniano, Moscú utiliza estas «afirmaciones manipuladoras e infundadas» para:
- Justificar represalias: Preparar nuevos ataques a gran escala contra Kiev.
- Influencia internacional: Condicionar la opinión de países como Emiratos Árabes Unidos, India y Pakistán, cuyas condenas al supuesto ataque fueron lamentadas por la cancillería ucraniana.
Escalada en la frontera
Mientras la guerra de narrativas escala en el plano internacional, la situación en el terreno sigue siendo crítica. El jefe de la administración militar de Chernígov, Viacheslav Chaus, ordenó este martes la evacuación de 14 localidades fronterizas con Bielorrusia.
La medida afecta a unos 300 civiles que aún permanecían en la zona, la cual es blanco de bombardeos rusos diarios. «El Consejo de Defensa ha decidido proteger a la población ante el hostigamiento constante», declaró Chaus.
Con información de El Nacional