
El acceso de Bolivia al repechaje para el Mundial 2026 se definió en una noche de máxima tensión en El Alto, donde la selección local superó por 1-0 a Brasil y se benefició del resultado adverso de Venezuela ante Colombia. El encuentro, disputado a más de 4.000 metros de altitud, tuvo como protagonista a Miguel Terceros, quien convirtió el único tanto del partido tras un polémico penal sancionado por el árbitro Cristian Garay a instancias del VAR.
La presión de la Verde se hizo sentir desde el inicio, con una estrategia clara de aprovechar las condiciones geográficas para incomodar al Scratch dirigido por Carlo Ancelotti, que ya había asegurado su clasificación al torneo mundialista.
A medida que avanzaba el primer tiempo, la intensidad del juego disminuyó y las ocasiones de gol se volvieron escasas para ambos equipos. Brasil optó por ralentizar el ritmo, buscando mitigar los efectos de la altitud. Sin embargo, en los minutos finales de la primera etapa, una supuesta infracción de Bruno Guimarães sobre Roberto Fernández dentro del área fue revisada por el VAR y derivó en la sanción de un penal.
Terceros asumió la responsabilidad y, con un remate potente, estableció el 1-0 que resultaría definitivo. Sin embargo, dicha ejecución nunca debió haber existido, dado que no hubo infracción sobre Fernández.
En este caso, el atacante boliviano fue quien provocó el contacto dentro del área. Pese a que el árbitro chileno lo había considerado así en primera instancia, recibió el llamado de parte Rodrigo Carvajal y fue a corroborar la acción con la tecnología.
Vía Infobae