Las calles de Anadia, un pequeño municipio portugués ubicado en el distrito de Aveiro, al sur de Oporto, se veían convertidas en un río de vino tinto.
Sucedió el pasado sábado, 9 de septiembre, cuando dos depósitos de una bodega local, Levira Distillery, explotaron derramando 2,2 millones de litros del preciado producto, según informaba Daily Mail.
De inmediato, los bomberos y la Policía Local acudieron al lugar de los hechos para evitar que el vino contaminara el río Cértima, lo que podría haber sido una catástrofe medioambiental.
El Departamento de Bomberos de Anadia bloqueó la inundación y la desvió lejos del río, donde corrió sin causar daño hacia un campo.
El incidente hizo que un torrente de vino fluyera por una colina empinada de la pequeña ciudad, anegando todos los alrededores. Algunos vecinos grabaron la impactante escena y subieron el vídeo a redes sociales, donde ha alcanzado más de 900 mil visualizaciones.
Asume la responsabilidad
La fábrica emitió un comunicado donde asumió la responsabilidad de lo ocurrido y anunció su compromiso para reparar los daños ocasionados.
«Asumimos toda la responsabilidad de los costes asociados a la limpieza y reparación de los daños, teniendo equipos disponibles para hacerlo de forma inmediata», detallaron.
Por el momento no se han registrado daños materiales entre los bienes privados de los vecinos, ni en el mobiliario público.
Sin embargo, el aire del municipio sí se ha visto afectado desde que tuvo lugar la explosión y, por ello, las autoridades decidieron suspender las clases de las tres siguientes jornadas.