Padres y representantes de las escuelas y preescolares ubicados en Amana del Tamarindo, al sur de Maturín, denunciaron la falta de apoyo por parte de las autoridades de educación del estado.
En el caso de la escuela y preescolar José Tadeo Monagas, de Amana Arriba, destacaron la ausencia del sistema de cloacas, lo que provoca que el pozo séptico se colapse e inunde parte del patio de la institución durante la época de lluvias.
Asimismo, indicaron que la institución necesita una bomba de agua para garantizar el suministro adecuado a los baños, para evitar que maestras y personal obrero deban cargar agua. Además, solicitan la dotación de mesas y sillas para el preescolar, con el fin de evitar la superpoblación en las aulas.
“Son en total 77 niños que ven clases en la tarde y la mañana en los dos salones que tiene el preescolar, no tenemos suficientes mesas sillas para sentar a los estudiantes, y a veces las maestras se quedan paradas para darle el asiento a un niño”, señaló la representante Carlota Velázquez.
Mencionó la visita de las “Bricomiles”, que realizaron labores de desmalezamiento en la institución, pero aún no han cumplido su promesa de regresar para llevar a cabo otras mejoras planificadas.
Denuncian malas condiciones en UE Josefa Canejo
Otra institución en esta zona que también se encuentra en precarias condiciones es la Unidad Educativa Josefa Camejo, ubicada en Amana Abajo, donde el sistema eléctrico no funciona correctamente.
Afirmaron que varios representantes improvisaron conexiones con cables donados o comprados, para asegurar el suministro de luz en varios salones, sin embargo, aún falta iluminación en el área principal de la institución.
“Hemos improvisado conectando cables por cables para que así tengan electricidad en varios salones, sin embargo aún no terminamos y hace falta luz en el área principal de la institución”, dijo Mario Regardiz, padre de un estudiante.
Problemas con el suministro de agua
El preescolar sufre de deficiencias en el sistema de tuberías, obligando al personal a cargar agua diariamente para satisfacer las necesidades de los pequeños. Además, se ha reportado que las tapas del séptico se encuentran hundidas, representando un peligro para los niños.
Mario Regardiz, relató que “para salir a jugar con los niños las maestras del preescolar deben usar las áreas verdes de la escuela porque temen que un niño pueda caer en el hueco del séptico, no tenemos suficientes bombillos para iluminar el salón”.
Además, señalaron que los representantes deben costear los gastos de limpieza y desmalezamiento de las áreas de las instituciones, ya que nunca han recibido apoyo externo para estas labores.
Fotos/Osmel Rodríguez
