Un grupo de estudiantes barre una de las aulas de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y se prepara para hacerla accesible a personas en sillas de ruedas. «Estamos tratando dentro de nuestras capacidades y nuestros recursos mejorar un poco la infraestructura», dijeron.
Se trata de un servicio social que ayuda a mantener esta institución que acumula años sin presupuesto y que está resentida por la crisis en el país.
«Hemos tenido recursos deficitarios en la UCV durante 14 años consecutivos», explica a Voz de América Pablo Molina, director del Consejo de Preservación y Desarrollo de la UCV (Copred), que coordina estas labores sociales.
La UCV se fundó el 22 de diciembre de 1721, hace 301 años, con el nombre de Real y Pontificia Universidad de Caracas, cuando Venezuela era colonia española.
Su campus, la Ciudad Universitaria de Caracas, es obra maestra del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, y se construyó entre las décadas de 1940 y 1960.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000 y tiene una autonomía que denuncian que ha sido recientemente “agredida” por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
«Comisión Presidencial para la recuperación de la UCV», se lee en uno de los pendones que está sobre uno de los andamios puesto en un tramo de un corredor. Se trata de la “Misión Venezuela Bella”, que es un programa creado hace cuatro años para recuperar espacios públicos, incluida la UCV.
«Es una suerte de ‘parainstitucionalidad’ que está manejando los recursos que deben ser transferidos a la universidad”, denuncia Molina, que señala que el mantenimiento es competencia del Copred. “Están violando la ley», repite una y otra vez.
El presupuesto que recibe Copred, aclara, no llega a los 50 dólares mensuales al cambio.
«No podemos hacer un mantenimiento adecuado ni emprender labores de preservación o de restauración», lamenta, pero actúa junto a los estudiantes.
Tras el desplome de la producción de petróleo – la principal fuente de ingresos del país-, la hiperinflación, el impacto de las sanciones internacionales y años de recesión, el gobierno de Maduro aplica un recorte de gasto severo con la Universidad.
Es sábado… Unos chicos restriegan pegamento sobre retazos de una alfombra, que luego otro compañero fija como especie de rodapié en la parte baja de una escalinata. Están terminando un trabajo de la semana pasada cuando retiraron unos asientos fijos para habilitar un aula accesible para personas con algún tipo de discapacidad motora.
Hilary Sánchez, que estudia Arquitectura en la UCV, asiste a los servicios comunitarios desde hace poco más de un año.
Han limpiado espacios ocupados por indigentes, y se han encargado de quitar hojas acumuladas en los techos, desmalezar jardines e incluso eliminar grafitis de las paredes.
«La universidad estaba realmente en unas condiciones bastante más deplorables», antes que comenzaran recuerda.
Con información de La Patilla.