En esta comunidad aún se pueden apreciar casas elaboradas con láminas de zinc
Más de 170 familias del sector Villa de La Floresta en la parroquia Las Cocuizas de Maturín, tuvieron que guardar su ilusión de tener un hogar seguro por parte del Estado, y contar con sus propias fuerzas para materializar sus sueños.
Explicaron que el proyecto de construcción de vivienda quedó en la primera fase y la mayoría de las casas siguen estando como cascaron vacío, es decir en obra gris; a otros solo le colocar la losa.
Yaneira Romero, quien tiene más de 22 años vivienda en la zona, contó que de no haber trabajado, su casa, la cual faltan detalles por resolver, no tuviera lo necesario como un techo, puertas y ventanas.
«Queremos que se oiga la voz del pueblo y nosotros tenemos esta realidad, cada uno ha podido echar para adelante para construir con sacrificio sus piezas», dijo.
«Gobierno que llega al poder, gobierno que se le hace entrega de proyectos para la culminación de las casas», acotó Romero.
Claman por asfaltado y cloacas
La residente de la comunidad ubicada en la avenida Rómulo Gallegos, Yaneira Romero, dijo que el tema a priorizarse debería ser el asfaltado y el sistema de cloacas, debido a que todos cuentan con pozos sépticos y están al borde del colapso.
«Los vecinos que tienen carro o algún taxi debe pasar “despacito” por las calles porque pudieran quedarse atascado en los huecos. Esto es intransitable y parece un campo de guerra».
Mencionó del mismo modo que los vecinos ubicados en la zona baja del lugar son los más afectados porque no encuentran como salir al trabajo y llevar los niños al colegio, «esos son ríos que corren para allá y es casi imposible salir».
Fotos: Osmel Rodríguez
