Más de 32.000 personas fueron testigos de la coronación de Corea del Norte en el Mundial Femenino Sub-20 de Colombia 2024. El Estadio Nemesio Camacho El Campín de Bogotá, fue el escenario donde las norcoreanas se impusieron 1-0 a Japón en el duelo por el título. El talento y la genialidad de Choe Il Son (goleadora del torneo) fue clave para lograr así su tercer campeonato tras los obtenidos en 2006 y 2016.
Desde el inicio del compromiso, Corea mostró su intención de ir al ataque y ahogar la salida de Japón. Kim Song Gyong comenzó a ser la jugadora más insistente en el equipo rojo, pero fue la atacante Choe Il Son la que tuvo la primera oportunidad al probar los reflejos de la arquera Akane Okuma. El dominio norcoreano poco a poco se hizo presente en el terreno de juego al manejar el balón en campo contrario y buscar el primer gol del partido.
La insistencia de Corea del Norte tuvo sus frutos en el minuto 14, cuando Choe Il Son abrió el marcador tras recibir un pase en el área, donde aprovechó y sacó todo su talento encarando hacia adentro y dejando a varias rivales en el campo, para luego sacar un remate que se estrelló en una defensora y al final terminó al fondo de la red.
Japón quiso reaccionar al apoderarse del balón por varios pasajes del compromiso, pero se encontró con una defensa norcoreana que no dejaba grietas y se mostraba muy sólida. Las niponas le apostaban a la posesión y al juego de construcción, aunque le costó generar oportunidades reales de peligro para encontrar el empate.
En la parte complementaria el dominio de Corea se mantuvo, pese a que Japón se encontraba en desventaja. Una vez más Choe Il Son encontró la manera de ocasionar problemas en la defensa rival gracias a varias acciones individuales, como la que tuvo en el minuto 60 cuando definió un remate en el borde del área que se fue cerca del travesaño.
Japón, por su parte, comenzó a tomar riesgos al adelantar sus líneas y querer detener la presión de su rival, esto lo supo aprovechar Corea al buscar en constantes ocasiones la velocidad de sus delanteras, quienes trataban de ganarle la espalda a las niponas, para lograr el segundo tanto que les permitiera ampliar el marcador.
En los minutos finales del partido, Japón tuvo su mejor acción colectiva y por poco consigue la igualdad. Shinomi Koyama quedó frente a la portería defendida por Un-Gyong, pero sacó un disparo que la arquera atajó sin problemas. La pelota quieta fue una alternativa manejada por las niponas, aunque no tuvieron mucha claridad en el juego aéreo.
Al final las niponas no encontraron la manera de conseguir el tanto del empate, la central decretó el final del compromiso y las jugadoras de Corea del Norte festejaron un nuevo título mundial, luego de ocho años tras la edición de 2016 en Papúa Nueva Guinea.
Con información de HSB Noticias
