Alrededor de 40 personas del sector Araguaney II, denuncian que se ven perjudicadas debido a que varias personas de la parroquia Las Cocuizas, de Maturín, botan animales muertos en un acantilado de la zona, situación que afecta directamente a los vecinos que sufren de enfermedades respiratorias.
Milagro Bastardo, vecina afectada, agrega que su hija de un año es discapacitada y que ya ha sufrido varias veces de infecciones respiratorias debido a los malos olores, pues, los insectos como moscas, mosquitos, roedores y cucarachas, emanan de esa podredumbre.
“Yo pasé meses en el hospital porque mi bebé tuvo una infección respiratoria. Entonces aquí botan gatos, perros y otros animales; los olores son muy insoportables. Un vecino y yo decidimos cerrar el paso hacia el barranco, pero la gente viene y no sé cómo abre el candado e igual pasa. ¡Es un abuso!”, dijo Bastardo, afectada.
De igual forma, manifestó que uno de los vecinos que vive muy cerca del acantilado es quien permite a las personas de otros sectores echar los desperdicios en el lugar sin importarle los residentes afectados.
Fallas en la recolección de desechos
Agrega que el aseo urbano no pasa por el sector, solo pasa por la calle principal de Las Cocuizas, lo que a muchos les queda un poco lejos caminar hasta la principal para dejar la basura.
Agrega que esta situación también se debe a la falta de circulación del aseo urbano, ya que no pasa por el sector y aseguran que solo pasa por la avenida principal de la parroquia Las Cocuizas.
“Aquí el consejo comunal no hace nada porque no sirve. Yo hablé con la juez de paz y me dio autorización para colocar un candado. Entonces, hago el llamado para que las autoridades municipales me ayuden a solventar este problema que nos perjudica gravemente en la salud, aunque sea que nos ayuden a construir un muro”.
Fotos/Juan Goitía y Anselmo Sánchez (pasante)
