El estado La Guaira conmemoró lunes los 26 años del deslave de 1999 con un homenaje a las víctimas, que incluyó misas simultáneas en sus 11 parroquias y un acto central en la Plaza La Esperanza de Macuto, sitio del monumento en memoria de los caídos.
La eucaristía principal, oficiada por el padre José Colmenares, congregó a comunidades organizadas, autoridades de rescate y representantes regionales. La jornada sirvió como un espacio para compartir testimonios que revelan tanto el profundo impacto humano del desastre como el largo proceso de reconstrucción institucional y comunitaria que le siguió.
Testimonios de supervivencia y vocación
José Melo, vecino de Caraballeda, tenía ocho años aquel diciembre. «El agua arrancaba postes y no se podía caminar. Al día siguiente vimos cómo la mitad del barrio desapareció; el río se llevó nuestra casa», relató. A pesar de la pérdida total, Melo subrayó su decisión de permanecer en el estado como un acto de resiliencia colectiva.
Desde la perspectiva de la respuesta operativa, Carlos León, actual funcionario de Protección Civil en la entidad, recordó su participación como adolescente en brigadas voluntarias durante las primeras horas caóticas. «Ayudamos empíricamente en rescates y luego en centros de acopio. Aquello marcó mi vocación», afirmó. León destacó que, tras la tragedia, La Guaira fortaleció su marco legal, ejecutó obras de mitigación y desarrolló planes de preparación con las comunidades. «Hoy la comunidad está más preparada para eventos similares», señaló.
Un antes y un después en la memoria colectiva
Nereida Rodríguez, desde Macuto, describió el «antes y después» que dejó aquella fecha. «Ver la montaña venirse abajo y las piedras llegar a la avenida fue un dolor inmenso. Nos reorganizamos para atender a quienes quedaron con miedo y pérdidas», expresó, resaltando el papel crucial de la organización vecinal en la recuperación.
Al acto central asistieron autoridades regionales, incluida la primera combatiente regional, María Ramos de Terán; y el secretario de Gobierno, Alan Daniel Mata, junto a equipos de rescate y vecinos.
A 26 años de uno de los desastres más devastadores de su historia, el estado La Guaira insiste en convertir la experiencia trágica en un aprendizaje colectivo y permanente.
Vía Últimas Noticias
