A sus 62 años, Demi Moore fue nombrada por la revista Peoplecomo la mujer más bella del mundo en 2025, una distinción que subraya su permanencia en el estrellato y también su impacto como figura de estilo y elegancia. La actriz estadounidense, recordada por películas como Ghost, Striptease y La Sustancia, se convirtió en el rostro de una edición emblemática de la revista, que celebra a mujeres influyentes.
En la portada publicada por People el 22 de abril, Demi Moore aparece con un vestido largo de terciopelo verde, de Schiaparelli, un destacado detalle dorado en el cuello estilo halter, que incorpora una joya como parte del diseño. El vestido, que deja la espalda al descubierto, combina elementos de sensualidad y elegancia sin caer en excesos.
El conjunto se completa con joyas doradas a juego, incluyendo aros, del estilo argollas y un brazalete XL, ambos alineados con las tendencias de primavera. El peinado de Moore también recibió atención: luce su cabello largo, suelto, con raya al medio y ondas suaves. En este sentido, la elección de estilo se posiciona como una declaración cultural: rompe ‘reglas’ de belleza y muestra que quienes piensan que una mujer madura no debe tener el pelo largo están equivocados.
Una estrella multifacética
La revista Peopleno sólo celebra su apariencia, sino también su versatilidad personal. En la tapa, la describe como “una estrella de cine, un ícono de belleza y, sí, ¡abuela!”. Esta frase resume el posicionamiento actual de Demi Moore: una figura que transita múltiples dimensiones, desde lo profesional hasta lo familiar, sin renunciar a su identidad ni a su presencia mediática.
A lo largo de la publicación, la actriz luce otras marcas de lujo, como Chanel, Missoni y Tom Ford, consolidando su estatus como referente indiscutible del mundo de la moda. Cada elección de vestuario refleja su dominio sobre la estética y la narrativa visual contemporánea.
La sustancia
El estreno de su más reciente proyecto, “La sustancia”, marcó un hito en la carrera de Moore. La película, en la que interpreta a una instructora de fitness desesperada por recuperar la juventud, le permitió poner en pantalla la crudeza de las luchas internas humanas. La actriz explicó al medio el impacto que esta historia tuvo en el público: “Creo que todos hemos experimentado la comparación y la desesperación. Es ese juicio severo y autocrítico”, además de reconocer el vínculo entre el papel y su propia experiencia con el escrutinio público.
Para Moore, la clave para reconceptualizar la belleza está en encontrarla en la autenticidad: “La belleza surge de la comodidad de ser exactamente quién eres”, afirmó.
El impacto del filme y de este proceso introspectivo marcó profundamente su año. “Ha sido como un embarazo completo: momentos muy felices, momentos agotadores. Pero en general, fue una experiencia extraordinaria. Sobre todo, porque todo fue inesperado. No tenía ni idea de lo que podría pasar con esta película”, explicó. Lejos de planificaciones o estrategias, Moore se vio transformada por una obra que, en sus propias palabras, “me obligó a abordar mis problemas de autocrítica y falta de reconocimiento”.
