
Por una simple deuda, un sujeto ordenó asesinar a un detective del Cicpc de la Unidad de Interpol, en el estado Anzoátegui.
El hecho se registró en Barcelona, y el cadáver lo hallaron carbonizado en la autopista Rómulo Betancourt, de la parroquia San Cristóbal.
El director nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Douglas Rico, dio a conocer la información a través del programa radial Cicpc Al Día.
Rico refirió que la víctima, Antonio José Álvarez (36), fue ejecutado a balazos cuando esta bajo los efectos del alcohol, bebida que compartía con sus verdugos.
Detalló el jefe del Cicpc que el funcionario ingería licor con su amigo y compadre, Edgar Manuel Ortega Gutiérrez, de 42 años. En ese momento salió a relucir el tema de una deuda pendiente que este tenía con el hoy occiso.
Al parecer, Edgar no tenía dinero para pagar el monto y contrató a Darío Rafael Castro (38), exfuncionario policial; y a su primo Joel Luis León, de 42, este último por detener, para que mataran al detective.
«Estos, al notar que la víctima había entrado en una profunda ebriedad, le dan muerte, para luego rociar gasolina, colocando a su alrededor unos neumáticos encendiendo los mismos, y huir del lugar», dijo.
Las comisiones iniciaron las investigaciones y aprehendieron a Ortega, presunto autor intelectual, y a Castro, además de colectar las evidencias, el arma de fuego y los vehículos utilizados como medio de comisión, indicó el funcionario.