Hace aproximadamente 30 años, el artista y artesano, Mauricio Marea, incursionó a realizar las carrozas para la Embotelladora Maturín. Esa experiencia le despertó su parte artística, ya que es hijo del recordado y reconocido cantante Mauricio Marea (padre).
Destaca que para esa época siempre le llamó la atención las carrozas que más competían, “la de La Manga, Las Brisas, esas eran las más emblemáticas, con animales que se movían, con todo tipo de cosas».
“Dediqué tiempo para logar la mecanización de la carroza, para lograr los movimientos, no fue mucho tiempo, porque cuando tú eres artistas le das la vuelta a todo. También tuve a un vecino que nos apoyó muchísimo a ese tipo de movimientos mecánicos y realmente son muy fáciles”, apuntó.
Su primera participación
Recuerda que su primera carroza la denominó “Un Sueño Disney para la Sultana del Guarapiche”, fue en el año 1999, “recuerdo que en ese momento no tuvimos ningún premio, porque cometimos errores y, los errores, en este caso se pagan”.
A pesar de este mal momento, Marea tomó nota de todos esos errores, para mejorarlos y de todas las recomendaciones hechas por la propia Profesora Inícita Aceituno, por lo que volvieron a participar en el año 2001, con la carroza “La Imponente Ave de Rapiña”, con la que ganaron el 1er lugar.
En el año 2002, participaron con la carroza El Galán del Patio y el 2003 con “El Rey del Estanque”, con la que también ganaron el 1er lugar, «desde el 2001 hasta la fecha, siempre hemos ganado».
La incógnita es primordial
Como dato curioso destaca que como participante nunca revela el nombre correcto con lo que va a concursar, “siempre le cambiamos los nombres, porque justamente, hay personas que son tu competencia y siempre en toda la Junta de Carnaval hay espías. Tu inscribes y dices estoy haciendo Gokú, por ejemplo, y ya todo el mundo sabe lo que tú estás haciendo. Por eso se le coloca el nombre que no dé exactitud a lo que estás elaborando”.
Marea al describir quién lo apoya en este gran trabajo, expresa que son “un grupo familiar: mi esposa, mis dos hijos y yo”, a quienes asegura ya tienen un gran legado.
«En la soldadura y estructura, también me apoya una persona que es como un hijo».
Sobre el tiempo de elaboración de la carroza, “siempre trabajamos a destiempo”, asegura que trabaja al menos dos meses antes, en un mes trabaja toda la parte de la estructura, movimientos mecánicos y en el otro mes, realizan el forro, pintura y decoración.
Marea afirma que el éxito de ser ganador por más de 20 años, se debe a los detalles. “Los detalles marcan la diferencia. Y para que esos detalles se cubran, hay que hacer las cosas con tiempo. Por eso que trabajamos a destiempo”.
El artista y escultor monaguense, destaca que ama el Carnaval. “porque todos vivimos un Carnaval, como lo dijo Celia Cruz. Yo me siento parte de este acervo cultural”.
Fotos: Cortesía
