Desde el 21 de noviembre de 1958 se comenzó a celebrar en Venezuela el Día del Estudiante Universitario, según Decreto N° 436 de la Gaceta Oficial N° 25.818.
Durante este día, se celebra el espíritu de lucha y alegría de esos estudiantes universitarios del país, que un día lucharon por sus derechos y gracias a su contribución se marcó un antes y un después en la historia educativa universitaria en el país.
Hoy, a 66 años de este decreto, estudiantes monaguenses cuentan sobre sus desafíos a la hora de cumplir con sus metas de estudio, en donde los problemas económicos son el principal obstáculo que enfrentan para poder culminar con éxito sus metas.
Tal es el caso de Albany Mendoza, estudiante de medicina, a quien se le complican los estudios por los gastos de pasaje, comida, uniforme, útiles, alquileres y más.
«Como foránea, además del pasaje, ser estudiante actualmente es súper costoso, por la compra de comida, también el uniforme, artículos de estudio como: cuadernos, guías, resaltadores, todo eso se ha vuelto súper costoso, principalmente los alquileres», comentó Albany Mendoza.
Asimismo, Héctor Gómez, estudiante de tecnología de los alimentos, afirma que su mayor reto es el tener que trasladarse desde su casa en Punta de Mata hasta la universidad, en Maturín, además del dinero que se requiere en comida.
«Vengo desde Punta de Mata, entonces mi mayor reto es venir desde tan lejos, además del costo del pasaje casi diario, ya que no cuento con un ingreso económico», comentó.
Otros de los desafíos que enfrentan estos estudiantes es el que se refiere a la falta de recursos en las universidades, como son los pupitres y las sillas.
Falta de pupitres
«Uno de los principales problemas que enfrentamos como estudiantes es la falta de pupitres, además de la falta de efectivo a la hora de tomar el transporte público y el corto acceso que presentamos a veces para investigar o que falte algún profesor», comentó Guillermo Henríquez, estudiante de administración y mercadeo.
Por su parte, el estudiante de segundo año de medicina, Ángel Molero, ratifica la deficiencia de pupitres en comparación a la cantidad de estudiantes.
«Hay muy pocos pupitres en la universidad donde hay grupos de hasta 45 estudiantes y los salones cuentan con 25 pupitres; entonces no es suficiente y muchos tienen que recibir clases parados», comentó Molero, situación que afecta también a Juan López, quien dijo que «a veces tenemos que sentarnos en el piso porque las sillas no son suficientes para todos».
Afectados por los apagones
Igualmente, el problema de luz afecta las horas de estudio en el hogar, según las palabras de Eluisel Maureira y Antonio Valdez.
«La luz es un problema, porque se nos va por casi ocho horas y no nos da tiempo de estudiar en nuestras casas por la oscuridad, entonces se nos dificulta investigar y eso reduce también nuestras horas de estudio porque ahorita todo lo guardamos en computadoras», comentó Antonio Valdez.
«Cuando se va la luz en mi casa de noche no puedo estudiar, y eso ha ocurrido mucho estos últimos días y por largas horas» comentó Maureira.
Todas estas situaciones se convierten en retos diarios que enfrentan los estudiantes universitarios en las distintas casas de estudios del estado Monagas, quienes perseveran con la meta puesta en culminar sus carreras y poder graduarse como profesionales.
Fotos: Osmel Rodríguez/ Arialex Brazón
