Este viernes, las autoridades mexicanas confirmaron la captura del migrante acusado de provocar el incendio que causó la muerte de 39 personas en un centro de detención de extranjeros indocumentados en Ciudad Juárez, cerca de la frontera con Estados Unidos.
Aunque la fiscal especializada en Derechos Humanos, Sara Irene Herrerías, no reveló la nacionalidad del migrante ni su nombre, varios medios locales aseguran que se trata de un ciudadano venezolano.
La mayoría de las víctimas del incendio eran de Guatemala, El Salvador, Venezuela, Honduras y Colombia. El migrante acusado de homicidio y lesiones supuestamente prendió fuego a colchones en la celda donde permanecía junto con otros 67 hombres, durante una protesta por una posible deportación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador viajó a Ciudad Juárez para constatar la atención médica a los sobrevivientes. Varios de ellos siguen en grave estado debido a quemaduras severas del tracto respiratorio, informó el Hospital General en Ciudad Juárez, donde están internados 11 de los lesionados. Un hombre sufrió la amputación de cuatro dedos de una mano.
El Instituto Nacional de Migración ha sido criticado en repetidas ocasiones por su trato a los migrantes y su capacidad para manejar los centros de detención. La detención del migrante venezolano presuntamente responsable del incendio ha intensificado el debate sobre la política migratoria de México y ha generado nuevas preguntas sobre la capacidad del gobierno para proteger los derechos humanos de los migrantes.
Con información de Diario La Nación.
