
La gente ya comenzó a colocar a salvo sus pertenencias
Luego de la incesante lluvia entre el mediodía y la tarde de este domingo 23 de abril, la noche se hizo eterna para residentes de los sectores donde fluyen las aguas de los diferentes caños y aliviaderos de la ciudad.
La gente sintió terror de perder sus pertenencias, de registrarse alguna inundación.
Esto motivó a que las familias hicieran vigilia y amanecieran con el “Cristo en la boca”, para estar atentos de que el agua no subiera de nivel y se metiera para las casas.

Y es que estos canales se encuentran cubiertos de maleza y abarrotados de basura como en Brisas del Aeropuerto, Los Almendrones, Chacaito, Sabana Grande, Prados del Este, Las Cocuizas, Los Guaros, La Muralla y La Murallita.

En este sentido, maturineses piden a las autoridades regionales realizar el saneamiento oportuno a estos drenajes ante el adelanto de la temporada de lluvia, y la falta de recolección de desechos sólidos que han convertido estos espacios en botaderos improvisados.

Petra Moreno, quien vive al lado del caño de La Muralla, comenzó a subir hasta un depósito sobre su casa, algunos objetos de valor y ropa para evitar que cuando se bote el caño se lleve todas sus cosas como en ocasiones pasadas.
«Todos los años tenemos esto. En las paredes se pueden ver lo sucio de las marcas que han dejado las crecidas del caño, quién va a estar pensando en comprar pintura y corotos si al cabo de varios meses tenemos la misma situación», comentó la mujer, quien además indicó que esperan el abordaje del Gobierno local para el saneamiento del sitio.

Asimismo, Elennis Ramírez, residente de El Silencio, manifestó que «no deben esperar cada año para mantener limpio estos espacios. Esto se mantiene en condiciones regulares porque algunos vecinos lo limpian pero eso viene arrastrando desperdicios desde otros lados».



FOTOS: Osmel Rodríguez