
La popular canción infantil «Baby Shark» ha superado una vez más un gran obstáculo, esta vez en los tribunales. La Corte Suprema de Corea del Sur dictaminó hoy que el pegadizo éxito global no constituye plagio, poniendo fin a una prolongada batalla legal por derechos de autor.
El veredicto final desestima la demanda presentada por el compositor estadounidense Johnny Only (Jonathan Wright), quien alegaba que «Baby Shark», creado por la empresa educativa surcoreana SmartStudy (ahora The Pinkfong Company), copiaba elementos de una canción suya de 2011. Only buscaba una indemnización de 21.700 dólares, argumentando similitudes en la línea de bajo y el ritmo.
«Baby Shark Dance» no es solo una canción; es un fenómeno global. Su video es el más visto en YouTube, superando los 16.000 millones de visitas, doblando incluso a «Despacito» y «Wheels on the Bus».
The Pinkfong Company ha mantenido consistentemente que su versión es una adaptación de una melodía infantil tradicional estadounidense que ya se encuentra en el dominio público. La Corte Suprema ratificó dos fallos anteriores de tribunales inferiores de 2021 y 2023, que también descartaron cualquier violación de la propiedad intelectual.
Tras el dictamen, Pinkfong declaró que la decisión confirma que «Baby Shark» se basa en «una canción tradicional para cantar en grupo que ha pasado a ser de dominio público». La compañía enfatizó que le dieron «un nuevo giro al tema añadiéndole un ritmo alegre y una melodía pegadiza, convirtiéndola en el icono de la cultura pop que es hoy en día».
La decisión de la Corte Suprema consolida la posición de «Baby Shark» como una obra original dentro de su adaptación, asegurando que sus icónicas aletas sigan nadando libremente por el panorama musical global. Johnny Only no ha emitido comentarios al respecto.
Vía Cactus24