Algunos vendedores tienen vencido el permiso sanitario y otros no cuentan con el mismo
Como es costumbre para la zafra navideña, las ventas de comidas ambulantes proliferan, siendo visualizados en cualquier rincón de la ciudad capitalina puestos de ventas de chicha, mazorcas, parrilladas, perros calientes, tortas, tetas, agua en vasos reusables y más.
Esto surgen en tiempos de crecimiento económico, donde los ciudadanos buscan aumentar sus ingresos para cubrir los gastos propios y representativos por la temporada navideña.
En tal sentido, ciudadanos encuestados en el casco central de la ciudad, solicitan a la Contraloría Sanitaria, con carácter de urgencia, la supervisión de todos y cada uno de los puestos de expendio de alimentos.
En un recorrido por los diferentes puestos de ventas ambulantes de alimentos, se pudo evidenciar que muchos de estos lugares permanecen abarrotados de consumidores, donde también fue notoria la falta de higiene y de implementos de trabajo por parte de quienes allí laboran.
Estos trabajadores no portan guantes, gorros ni delantales, entre otros implementos necesarios para la manipulación de los alimentos.
Del mismo modo, se conoció que muchos de los encargados o dueños de estos puestos no cuentan con el permiso sanitario o curso de manipulación de alimentos, y quienes lo portan, lo tienen vencido.
Francis Cumache, usuaria, mencionó que «he pasado por puestos de comida, donde hasta los envases donde sirven el jugo no lo lavan, el termo con la tapa sucia, las sillas negras de sucio, las personas que venden comida deben tener los implementos de trabajo impecables».
A su vez, el señor Eduardo Zacarías, indicó que «deben supervisar los puestos donde venden comida, especialmente en esta época, la Contraloría debe salir a la calle, porque la gente sale de su casa a vender de todo para buscar la plata en navidad» refirió.
Del mismo modo, Jesús Leonett, manifestó que «vi cómo venden agua en la calle en un vaso sucio, le venden el agua a las personas en un mismo vaso donde beben todos, esas cosas deben supervisarlas. En Maturín no se ve a los organismos haciendo ese trabajo para poner orden en las ventas ambulantes».
En tal sentido, ciudadanos piden al gobernador Ernesto Luna y a la alcaldesa Ana Fuentes, poner mano dura al tema de las ventas de alimentos, además de crear jornadas especiales para renovar los permisos.
