
A pesar de las mejoras en la economía de los venezolanos en comparación a años anteriores, los ciudadanos de clase media baja de la región no cuentan con el dinero suficiente para adquirir productos que forman parte de los rituales para la prosperidad del Nuevo Año.
Algunos ciudadanos concuerdan que casi no realizan estos rituales, por los altos costos de las uvas, mandarinas, lentejas, entre otros. Sin embargo, tratan de hacer hasta donde puedan para no perder la costumbre y “por si acaso”.
«Trato de hacer lo que puedo con lo que me alcanza, por ejemplo: el de tener mandarinas y lentejas en la mesa» comenta Mayelis López.
Sin embargo, los vendedores de frutas comentan que «este año han estado mucho mejor las ventas de las mandarinas y las uvas en comparación al año pasado, pero también en mi caso estoy ofreciendo mejor calidad de los productos».

De igual manera, las ventas de maletas han estado muy elevadas en comparación al año pasado, ritual que también es costumbre y que según los creyentes atraen los viajes en el año nuevo.
Fotos: Osmel Rodríguez