Uno de los problemas más recurrentes fue la falta de pupitres, ocasionando que los alumnos recibieran clases en el piso
A pocos días de despedir el año 2022, el sector educativo hace memoria y recuerda la promesa que el actual mandatario regional, Ernesto Luna, prometió al inicio del año escolar 2022-2023.
El 17 de octubre del presente año, fue la fecha en la que el gobernador asumió el compromiso de acondicionar y dotar todos los planteles del estado Monagas, atendiendo por orden de prioridades a los colegios que presentan mayores deficiencias.
El cierre del primer momento escolar está pautado para este 16 de diciembre, y los docentes, personal administrativos, padres, representantes y hasta los mismos estudiantes recuerdan aquellas palabras del mandatario: «cerraremos el año recuperando planteles educativos» quedando solo en palabras.
De acuerdo a un recorrido realizado por varios planteles de Maturín para conocer de cerca sus realidades, encontramos que colegios como: la U.E Simón Bolívar, ubicada en Barrio Bolívar de Los Godos; el colegio Tipuro II zona rural; la U.E Jesús de Nazaret del sector El Nazareno de Las Cocuizas, y el Liceo Nacional Marcos Antonio Saluzzo, entre muchos otros más, no vieron cumplir esa promesa, ni siquiera llegó “un aire de esperanza”.
Estos centros educativos despedirán el año entre infraestructuras en mal estado, techos caídos y otros a punto de ceder, filtraciones en paredes y techos, sin dotación de materiales y la deficiencia que ocupó el primer lugar en casi todos los planteles, que fue la falta de pupitres o sillas y mesas, indispensables para cubrir la demanda según el número de matrícula que maneja cada institución.
A través de las gráficas le mostramos la realidad y las condiciones actuales en las que algunos colegios y liceos escucharán las campanas del cañonazo de año nuevo, sin haber visto la recuperación de los espacios en sus centros educativos.
Ante esta realidad, el sector educativo y la población estudiantil se llevarán al año 2023 la esperanza de ver cumplir la promesa, alegando que esperan sea ejecutada antes que culmine el actual periodo escolar.
Es importante recordar que en el presente año, prevalecieron las “autogestiones” que son aquellas donde el personal docente y administrativo, conjuntamente con los padres, representantes y estudiantes, realizaron mediante trabajo organizado la recuperación de algunos pupitres y sillas mesas.
Asimismo, muchos compraron pintura para darle una nueva cara a algunos espacios dentro de los colegios, reunieron para realizar compras como candados para reforzar la seguridad y algunos materiales de limpieza.
A todo esto también se le suma las colaboraciones hechas para la preparación de los alimentos, ya que no recibían los ingredientes completos para la elaboración de la comida de los estudiantes.
Este 2022 fue un año de retos para el sector educativo, que después de dos años y medio cerrados a causa de la pandemia, abrieron sus puertas encontrando grandes deficiencias que debieron ser atendidas por las autoridades mucho antes del inicio de clases presenciales, sin embargo, no fue así.
