Con tan solo entrar al sector Renacer 27 de Febrero, de Maturín, se puede evidenciar las precarias condiciones en las que viven sus habitantes, con calles sin asfaltar, falta de alumbrado público, escasez de agua potable y un sistema de cloacas inexistentes, además, la mayoría de las viviendas que están construidas son de zinc. Los vecinos denuncian que desde la creación de este sector desde hace más de 28 años no han recibido ningún tipo de asistencia por parte de las autoridades regionales.
«La prioridad para nosotros es el acceso al agua y el asfaltado de nuestras calles. Actualmente, debemos desplazarnos al sector Brisas de la Floresta para poder cargar agua, lo cual es urgente ya que es un recurso vital para la vida humana. En cuanto al asfaltado, cada vez que llueve se nos hace imposible caminar sin ensuciarnos», expresa Mariela Rodríguez, una residente preocupada por su entorno.
Además, Rodríguez enfatiza que en la comunidad residen más de 60 familias que claman por ayuda para obtener viviendas dignas. Desde el Consejo Comunal les han informado que se aprobaron proyectos para construir casas en el sector, pero estos se han quedado solo en promesas incumplidas.
Los habitantes también manifestaron su preocupación por la falta de un sistema de cloacas; la mayoría depende de pozos sépticos. Asimismo, el alumbrado público es deficiente, lo que agrava aún más las condiciones de seguridad y calidad de vida en la comunidad.
Otro grave problema que enfrenta esta comunidad es la carencia del servicio de aseo urbano. Ante esta situación, los vecinos se ven obligados a enterrar su basura o, en algunos casos, a quemarla. Esta práctica representa un riesgo significativo para la salud de todos los residentes.
Por último, los habitantes hacen un llamado a las autoridades competentes para que sean atendidos y visitados por la alcaldesa del municipio Maturín y el gobernador del estado, con la esperanza de recibir el apoyo necesario para mejorar sus condiciones de vida.
Fotos/Osmel Rodríguez
