El anuncio de la canonización de José Gregorio Hernández, conocido como «El médico de los pobres», representa un momento histórico y profundamente significativo para nuestro país, por lo que el gobernador Ernesto Luna decretó el este viernes 28 de febrero como Día de Júbilo Laborable y orientó una serie de actividades en el ámbito educativo, cultural y religioso para enaltecer la figura de este trujillano ya universal.
Por tal motivo, los monaguenses se reunieron en la Catedral Nuestra Señora del Carmen para celebrar este acontecimiento con una significativa Misa de Acción de Gracias, oficiada por monseñor Enrique Pérez Lavado, obispo de Maturín, acompañado de otras autoridades de la Diócesis.
El prelado resaltó la vida ejemplar de Hernández, quien, como profesional de la Medicina, dedicó su existencia a aliviar el sufrimiento humano y a transmitir un mensaje de esperanza y amor.
«Durante décadas, José Gregorio ha sido venerado como un símbolo de generosidad, fe y servicio a los demás. Su santificación lo consolida como modelo espiritual de nuestro país al mundo entero», precisó.
En representación del gobernador Luna, el secretario para la Gestión Pública, Cosme Arzolay, hizo entrega a los representantes del clero del Decreto del júbilo regional. El Consejo Legislativo Socialista del Estado Monagas (Clsem) también se sumó a la declarativa.
«Para muchos venezolanos, la canonización es un motivo de orgullo nacional y una victoria espiritual, ya que millones de fieles han mantenido viva su memoria a lo largo de los años», refirió Arzolay.
A su juicio, con un impacto que trasciende lo religioso, la pronta canonización refuerza la identidad cultural y la unidad del país en tiempos de desafíos. De igual manera, considera a José Gregorio Hernández «no solo como un santo en nuestros corazones, sino también un modelo de vida que inspira a seguir sus huellas de servicio y solidaridad».
Vía Nota de Prensa
