Unos disparos en un mitin de Donald Trump en Pensilvania han provocado que el Servicio Secreto tumbara al candidato al suelo.
El expresidente estaba hablando ante votantes cuando se oyeron unos disparos. Cuando se oyeron la explosiones, él, que llevaba una gorra roja, se tocó el lado derecho de la cara y se agachó tras el atril.
Los agentes gritaron «agáchese, agáchese» repetidamente. Después, se vio al candidato republicano siendo evacuado con lo que parecían restos de sangre en la cara. Por las imágenes de vídeo, le alcanzaron los disparos en la oreja derecha, pero sin dañarlo gravemente.
El candidato ha alzado el puño, rodeado de agentes, que le protegían, mientras parecía gritar «pelead, pelead». Después se lo han llevado los agentes a un coche blindado que suele usar para desplazarse.
Normalmente, en los mítines hay grandes medidas de seguridad y Trump, como expresidente, cuenta con protección permanente del Servicio Secreto.
El mitin del expresidente tenía lugar en uno de los estados más disputados en unas elecciones en las que el republicano lleva ventaja en las encuestas.
Un portavoz de la campaña republicaba dijo: «El presidente Trump agradece a los policías y médicos su atención durante ese acto horroroso, está bien, está siendo tratado en un hospital cercano».
Un periodista que estuvo presente en el mitin dijo que se oyeron «una serie de explosiones fuertes o fuertes estallidos» antes de que los agentes del Servicio Secreto corrieran a proteger a Trump. «El Servicio Secreto fue e inmediatamente y cubrió al presidente Trump», según dijo el periodista en un correo electrónico. «El grupo de prensa escuchó más explosiones después de que el presidente cayera al suelo».
El presidente Joe Biden acaba de llegar a su residencia en Delaware y ha sido informado del disparo, se espera que la Casa Blanca se pronuncie al respecto en los próximos momentos. Biden está pasando el fin de semana, sin actos públicos, en la playa de Rehoboth.
Con información de ABC
