Desde la 1:00 de la tarde del pasado jueves 15 de agosto, el río Amana, ubicado al sur de Maturín, comenzó a desbordarse, afectando a las dos comunidades cercanas a este caudal. Así lo informaron los vecinos de la zona, quienes señalaron que en Amana del Tamarindo alrededor de 68 familias resultaron damnificadas y 22 viviendas quedaron completamente inundadas.
Mariflor López, miembro del Consejo Comunal, comentó que desde la madrugada de este viernes han estado monitoreando las áreas más impactadas de Amana del Tamarindo. Están desalojando a los habitantes de las casas anegadas y trasladándolos a la iglesia del sector Los Jabillos.
“Solo dos familias fueron trasladadas a la iglesia Los Jabillos; los demás optaron por quedarse con familiares. Durante la madrugada de este viernes, trabajadores de la alcaldía y miembros de Protección Civil se unieron para ayudarnos en el monitoreo de la situación en esta área”, destacó López.
Afectaciones en Amana Abajo
Asimismo, en el sector Amana Abajo también hay vecinos afectados, aunque hasta el momento no se cuenta con una cifra exacta.
“Desde la madrugada, el agua empezó a entrar en mi casa. No perdimos tantas cosas como en ocasiones anteriores, pero sí se dañaron una cocina y un ventilador. Esperamos que el río regrese a su cauce para poder limpiar nuestros hogares”, expresó Jaime Rondón.
Los afectados mencionaron que los pocos enseres que les quedan los han colocado sobre gaveras y ruegan a Dios que no llueva más para que el río baje y así evitar perder más electrodomésticos.
Hacen un llamado al gobernador del estado Monagas, Ernesto Luna y a la alcaldesa del municipio, Ana Fuentes, para que les brinden apoyo en la recuperación de los electrodomésticos y enseres que han perdido.
Ernesto Espinoza, uno de los vecinos, expresó su alivio al mencionar que, gracias a Dios, el río no ingresó a su hogar, sin embargo, no ha podido descansar bien, ya que se encuentra en estado de alerta debido a la presencia de animales en su patio, como cerdos y gallinas.
En alerta permanente
«Estoy desvelado porque no puedo dormir. Hay un temor constante de que el río siga creciendo y que se repita lo que ya hemos vivido, donde toda la zona se inunda. Estamos en alerta permanente. Un equipo de Protección Civil ha estado presente, pero su función se ha limitado a monitorear la crecida del río», comentó.
Los vecinos de esta área señalaron que, ante el aumento del nivel del río, es común encontrar en las calles, e incluso, dentro de los hogares animales peligrosos como serpientes y alacranes, lo que pone en riesgo la vida de los residentes.
El río Amana en Maturín se desbordó en 2012, causando daños significativos en las viviendas tanto del sector Amana del Tamarindo como en Amana abajo, dos comunidades situadas alrededor de este afluente. Por esta razón, los vecinos viven con una constante sensación de alerta cada vez que llueve en la zona.
Fotos/Osmel Rodríguez
