Armando Benedetti, quien fue cercano a Gustavo Petro durante la campaña electoral, seguirá desempeñándose como embajador de Colombia en Venezuela hasta el 19 de julio.
Aunque había presentado su renuncia el 2 de junio, un decreto reciente de la Cancillería colombiana extiende la aceptación de su renuncia por 30 días.
El retraso en la entrega del cargo ha generado controversia en medio de un caso polémico relacionado con interceptaciones telefónicas ilegales y la trágica muerte de un policía de la Presidencia.
Armando Benedetti, uno de los colaboradores cercanos de Gustavo Petro, continuará en su puesto como embajador de Colombia en Venezuela hasta el 19 de julio. Aunque había anunciado su renuncia el 2 de junio, la Cancillería colombiana ha concedido una extensión de 30 días para la aceptación de su dimisión, según un decreto firmado el 20 de junio.
La renuncia de Benedetti debía hacerse efectiva la semana pasada, y su reemplazo, Milton Rengifo, ya había sido designado. Sin embargo, según el decreto, Benedetti argumentó que no pudo entregar el cargo en el plazo establecido debido a la cantidad de asuntos pendientes relacionados con la reapertura de la Embajada y otros temas administrativos y diplomáticos.
El nombramiento de Benedetti como embajador en Venezuela fue uno de los primeros del nuevo gobierno, a pesar de las expectativas de un cargo ministerial o más relevante. Aunque tenía procesos judiciales en su contra, fue designado para encargarse del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el país vecino.
Su papel secundario en el gobierno fue uno de los elementos centrales del caso Benedetti-Sarabia, una crisis significativa que ha afectado a Petro durante su primer año de gobierno.
En dicho caso, Benedetti presionaba a Laura Sarabia, quien había sido su jefa de gabinete y trabajado para él durante su tiempo como senador, para obtener un puesto mejor en el Gobierno. El embajador apareció como la fuente que reveló a la prensa posibles abusos de poder contra una exniñera acusada de robo.
Esta situación se vio envuelta en una serie de hechos que incluyeron interceptaciones telefónicas ilegales y el posterior suicidio de un teniente coronel supuestamente relacionado con el interrogatorio ilegal.
El retraso en la entrega del cargo de Armando Benedetti como embajador de Colombia en Venezuela hasta el 19 de julio ha generado interrogantes y polémica. El caso Benedetti-Sarabia, con su trama de acusaciones, abusos de poder y violaciones a la privacidad, ha llevado a una investigación por parte de la Fiscalía tanto a Benedetti como a Laura Sarabia.
Mientras tanto, el papel de Benedetti como embajador continúa en medio de una situación tensa entre ambos países y en el contexto de cambios y desafíos políticos en Colombia.
Con información de El Clarín.
