Consumidores que frecuentan el Mercado Municipal de Los Bloques, en Maturín han expresado su preocupación por el constante aumento en los precios de hortalizas y legumbres, que han llegado a incrementarse hasta un 20 por ciento. Los vendedores también han señalado que esta alza se debe a la fluctuación constante de precios impuesta por sus distribuidores.
“He notado que la cebolla y el ají dulce son los productos más caros. La papa y la zanahoria, por su parte, tienen un precio que oscila entre 75 y 80 bolívares, mientras que antes no superaban los 45 bolívares. Por eso, cuando salgo a comprar, solo adquiero unas pocas cosas porque el dinero no me alcanza para llevarme todo lo que necesito”, añadió Soliver García.
César Montero coincidió en que los precios más elevados en el mercado corresponden a la cebolla, el tomate, la papa y la zanahoria, todos con un costo de 80 bolívares. Sin embargo, destacó que lo más accesible actualmente son la yuca y el ocumo, cuyos precios son de 14 y 30 bolívares por kilo respectivamente.
“Aunque no es mucho, resulta más económico venir a comprar aquí que hacerlo en los supermercados asiáticos, donde gasto más. Con lo que gasto aquí nunca me alcanzaría para comprar en otros lugares”, afirmó Montero.
Por su parte, una vendedora identificada como Carmen Rodríguez explicó que el aumento en los precios de los productos también responde a las decisiones tomadas por los proveedores.
“Han incrementado el costo de toda la mercancía en un 30 por ciento; por lo tanto, me veo obligada a elevar mis precios para no perder mi inversión. Todos estamos sufriendo las consecuencias de esta situación. Además, el aumento del dólar impacta directamente en nuestros costos; si no ajustamos nuestros precios, arriesgamos nuestra inversión”, añadió Rodríguez.
Finalmente, los maturineses también han manifestado su descontento con los altos precios de las carnes. Actualmente, un pollo puede costar entre 400 y 700 bolívares en un supermercado asiático, lo que representa una carga significativa para sus presupuestos familiares.
Fotos/Juan Carlos Goitía
