
La procesión partió desde la iglesia Santa Cruz a Catedral
La lluvia no fue impedimento para que los fieles católicos se concentraran en la iglesia Santa Cruz para participar del Viacrucis Diocesano que llegaría hasta la Catedral Nuestra Señora del Carmen, para la Misa Estacional.

Para la actividad, que cumplió 25 años de tradición, como un signo de recogimiento y penitencia, los creyentes se fueron preparados con sombrillas, ponchos y suéter, dejando en manifiesto su devoción para la celebración de los acontecimientos que dividieron en dos la historia de la humanidad.
A medida que avanzaba la procesión por la avenida Bolívar, encabezada por el Clero, las personas meditaban cada una de las estaciones, al tiempo que oraban y cantaban a Dios.

Cuando superaron la curva a la altura del antiguo cine Atlas, los presentes en el viacrucis fueron testigos de las tantas maravillas del Señor, puesto que comenzó a cesar la lluvia y se pudo disfrutar de un cálido clima, libre del calor que azotaba desde hace días la ciudad.
Las diferentes parroquias eclesiales y movimientos de apostolado, servicios y Pequeñas Comunidades Cristianas, acompañaron las paradas de meditación, al tiempo que cargaban la cruz procesional hasta las puertas de la Catedral.

Misa Estacional
Seguidamente de la estación 14, se inició la Santa Misa Estacional, presidida por el obispo de Maturín, Enrique Pérez Lavado.
Durante su homilía, el prelado destacó que la Santa Iglesia este día conmemora también a María de los Dolores, «ella acompañó a su hijo en el camino al calvario. Es un día en que se nos llama a ser los nuevos cirineos y descubrir en esos acontecimientos de cruz».
«Jesús se encuentra con nosotros y en nuestro seguimiento de discípulos se nos llama a tender la mano al otro. El Papa Francisco también nos hace el llamado a cuidar al otro con la cultura del Buen Trato, con una Maturín más fraterna», subrayó.
FOTOS: CORTESÍA