Dos venezolanos fueron capturados en Colombia señalados del asesinato de un sacerdote ocurrido en la localidad de Ocaña en el departamento de Norte de Santander, al nororiente del país. El religioso fue identificado como Ramón Arturo Montejo, quien fue atacado por dos hombres, quienes al parecer pretendían robar su camioneta sobre el mediodía del pasado 4 de junio.
Los Hechos
En ese momento, de acuerdo con testigos y videos de cámaras de seguridad, el sacerdote de 45 años fue abordado por dos sujetos que le exigieron bajarse del vehículo. Montejo se resistió al hurto, por lo que los delincuentes le dieron dos puñaladas en la espalda, lo bajaron del vehículo y lo lanzaron contra la vía.
Luego de que abordaron la camioneta, atropellaron al sacerdote saliendo del estacionamiento, provocándole la muerte en el lugar. “Se escucharon algunos gritos al interior de un parqueadero; inmediatamente salió una camioneta a toda velocidad de este sector”, relató Freddy Arengas, secretario de Gobierno de Ocaña, según reseñó el medio colombiano El Espectador.
Tras la pista de los asesinos
El coronel Néstor Arévalo, comandante de la Policía de Norte de Santander, informó que inmediatamente se activó un operativo de búsqueda que dio con la persecución de los ladrones, quienes para ese momento se movilizaban en el carro del sacerdote.
«Los delincuentes dejaron tirado el automotor y se escondieron en un rastrojo, siendo capturado uno de ellos», relató el uniformado.
Esto ocurrió en el sector de San Fermín, luego de que los delincuentes, en su intento de evadir a las autoridades, se quitaron las camisetas y los zapatos, para meterse en una zona boscosa. Finalmente, se logró la captura de uno de los responsables en la vereda La Pradera, mientras que el segundo involucrado, según la Policía de Norte de Santander, fue encontrado en la noche.
Los dos capturados, de nacionalidad venezolana quedaron identificados como Josse Antonny Montilla Jovito y Juan José Infante Hernández, serán presentados ante un juez.
El sacerdote de 45 años nació en el municipio de Teorama, Norte de Santander, y era el párroco en San José de Buenavista, en Ocaña.
Por su parte, un comunicado, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona y administrador apostólico de la Diócesis de Ocaña, pidió a las autoridades investigar de fondo el crimen y condenó profundamente que la violencia irracional haya cobrado la vida de un sacerdote.
Cortesía NT.
