Estudiantes de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, en Maturín, protestaron este lunes 22 de abril ante la falta de entrega de la sede que les fue prometida por las autoridades gubernamentales en el año 2023.
La situación ha llevado a los estudiantes a pagar 160 dólares al mes para recibir clases en otros espacios, debido a la falta de instalaciones adecuadas.
La situación afecta a aproximadamente 4 mil estudiantes, quienes se ven obligados a pagar entre 25 y 30 dólares diarios para poder asistir a clases. Además, indicaron que cada sección cuenta con un delegado encargado de reunir el dinero necesario para pagar los alquileres de los espacios alternativos, que incluyen iglesias y panaderías.
Alexis Barcelón, estudiante de medicina, expresó que «la situación se nos salió de las manos ya que esos espacios, en los que vemos clases, debemos pagar entre 25 o 30 dólares diarios y a veces no tenemos para reunir el dinero».
La falta de una sede adecuada ha llevado a los estudiantes de enfermería y fisioterapia a unirse a la protesta, exigiendo una educación digna.
«Nos merecemos una educación adecuada, todos merecemos eso, queremos seguir estudiando», afirmó Barcelón.
Además, los estudiantes han señalado que, aunque la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) en Maturín, les ha prestado un cubículo, se les ha solicitado una contribución económica para colaborar con los productos de limpieza.
Geovan Simosa, enfatizó la urgencia de la respuesta a esta situación «ya nuestro núcleo no da basto, estamos agradecidos con la UBV por prestarnos sus espacios, pero ya tanto para ellos como para nosotros estamos quedando corto; se nos complica mucho».
Los estudiantes solicitan una pronta respuesta por parte de las autoridades gubernamentales sobre la entrega de la sede prometida o el tiempo estimado de espera. Asimismo, expresan su disposición a colaborar con la universidad si es necesario.
Fotos/Osmel Rodríguez
