Conectar y encajar con tu “media naranja” suena difícil para algunos, pero para otros es simplemente saber organizar y manejar las emociones compartidas con esa persona a quien se ha elegido como compañero o compañera de vida.
A través del buen manejo de esas emociones que incluyen (tolerancia, empatía, admiración, respeto, buena comunicación, etc), es cuando se logra abrir camino hacia una relación segura, estable y con base de fortaleza y perseverancia que perdura en el tiempo, alcanzando décadas de amor y anécdotas cargadas de aprendizajes y, a su vez, de enseñanzas para nuevos y futuros matrimonios.
En este especial del Día de Amor y la Amistad queremos contar la historia de parejas que han sido ejemplo de trabajo en equipo para sostener su amor por décadas.
El amor no conoce condiciones
“El amor es ciego”, así describe Maigualida Ramírez Lubatón su amor por el reconocido locutor Gustavo Sosa Salazar. Un amor que ha sido muestra que para amar no hace falta contar con todos los sentidos del ser humano, sino con la capacidad de amar, cuidar y soñar despiertos con los pies firmes sobre la tierra.
Se conocieron una mañana durante un pequeño viaje en un bus dentro de la ciudad, sin imaginarse que ese viaje tiempo después se convertiría en un largo camino lleno de buenos momentos.
Fue ella quien lo saludó y empezó una conversación en aquella unidad de transporte público, y tiempo después nació una amistad de respeto, luego ella se convirtió en su secretaria en aquel bufete de abogados para el cual él trabajaba. Al pasar el tiempo ambos se dieron cuenta que tenían sentimientos en común, aunque al principio ella tardó un poco más en darse cuenta que se había anotado, pues, en sus planes no estaba rehacer su vida con alguien luego de un matrimonio fallido.
Para ella, su condición no significa nada, asegura «él es mi príncipe hermoso, para mí, él no tiene ninguna limitación física, él ya tiene todo lo que necesito para ser feliz».
Un amor con base de hierro
Un amor que está siendo diseñado cada día con guantes de seda, y a su vez, construido con base de hierro para soportar todas las dificultades que el mundo les presenta, es el de Roxiry Montilla y Eliezer Betancourt.
Ellos forman un matrimonio que está preparado para enfrentar las tormentas que, como es normal, pudieran atravesar cualquier relación de pareja.
Para ellos, no es la tormenta, sino cómo saber enfrentarla con sabiduría, poniendo en práctica los conocimientos sagrados de la palabra de Dios, tal como está escrito en la 1ra carta de Corintios 13 que dice: «el amor es paciente, es bondadoso.
El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente. No guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad».
«No debemos buscar una media naranja que nos complete, tú ya debes ser una naranja completa, y así debe llegar la otra persona a tu vida; y ambos compartir de lo que ya están formados» expresó esta pareja que cuenta con más de 13 años de relación y con dos hijos en común.
Décadas construyendo un verdadero amor
En el año 1979 nace el amor entre Ceres Bruzual de Zambrano y Raúl Zambrano, y que hoy ya suman 44 años cargados de anécdotas, recuerdos y experiencias, buenas y malas.
Con 4 hijos ya formados, este matrimonio con boda de turquesa, dice que para ellos el secreto para permanecer juntos ha sido la comunicación, comprensión y mucha tolerancia, elementos que a su juicio no son tomados en cuenta por muchas parejas jóvenes de hoy en día.
Recomienda que en momentos de crisis , la pareja debe conversar, y en última instancia tomarse un pequeño distanciamiento hasta que bajen las tensiones.
Ceres, desde su experiencia, recomienda a los jóvenes a no apresurarse en casarse, pues, deben sentirse seguros y tener madurez emocional.
Estas parejas son inspiración para sus generaciones y para todo su entorno familiar.
