El pasado 16 de noviembre de 2022 el Observatorio Venezolano de Violencia en Monagas (OVV Monagas) realizó el foro denominado: “Mujeres Victimarias y Victimas, desigualdad social y violencia en Venezuela” ante los medios de comunicación, investigadores y sociedad civil en el cual se mostraron los resultados de una investigación llevada adelante por el equipo de investigadoras, dentro de la región y que forma parte de un estudio nacional sobre Violencia, desigualdad social y género.
María Palomo e Inés Aray, coordinadora e investigadora respectivamente, del OVV Monagas, precisaron que, el propósito de la investigación fue comprender los factores asociados con los comportamientos violentos de mujeres dentro del hogar, como funcionarias policiales, como delincuentes o miembros de bandas u organizaciones delictivas que pudieran estar generándose en el estado.
María Palomo señaló, por su parte, que se trató de una investigación inédita en el estado, porque la cifras e incidencia del delito violentos perpetrados por mujeres en Monagas, sigue siendo poco conocido e incluso subestimado, a pesar de su importancia en la vida social de los monaguenses. Aseveró que el enfoque fenomenológico de la investigación buscó develar, desde las voces de las informantes claves, los aspectos subjetivos que llevaron a estas mujeres a incursionar en el mundo de la violencia, procurando caracterizar los factores que predominan regionalmente para que éstas hayan elegido la violencia como forma de actuar en sus vidas.
Destacó que la importancia de este estudio radica en que se hizo reconocimiento acerca de las particularidades del género, su contexto y su propia percepción acerca de situaciones de impacto. Destacó que los resultados arrojaron patrones interesantes para explicar el comportamiento violento, la desigualdad y el género de estas mujeres victimarias.
En el caso del estado Monagas, fueron seleccionadas informantes claves, tanto para las entrevistas semiestructuradas con victimarias intrafamiliar y delincuencial. Así mismo, se realizaron dos grupos focales de víctimas o testigos de mujeres violentas. De dichas técnicas se pudieron obtener los insumos necesarios que nutrieron el análisis de la información. Como resultado se pudo conocer que, en varios hechos la mujer ha pasado de ser víctima a victimaria.
Muchos de los casos han estado protagonizados en contextos de pobreza extrema. En relación a la frecuencia de situaciones de este tipo, dentro de los hogares, la mayoría son matricentrados, con madres cabezas de hogar o con la presencia de parejas circunstanciales. La violencia que se visualiza, en estos ambientes es producto de la reproducción de patrones familiares, bien por la violencia intrafamiliar, presencia de familiares delincuentes o parientes o parejas abusadas, este último factor, por primera vez estudiado en el informe semestral del OVV Monagas.
Palomo recalcó que, las mujeres violentas en el ámbito familiar en Monagas vienen cargadas de agresión bien desde su familia (esto puede ser común en familias empobrecidas o familias de clase media, media-alta), es decir es un patrón que se reproduce y que es replicado por la victimaria hacia sus pareja o hijos. También acotó que, se devela que las agresiones domésticas de la pareja, suelen ser un detonante en de dos aspectos: de sumisión o de violencia. Cualquiera de las dos, puede ser un caldo de cultivo para reproducir patrones violentos en el hogar.
En el mismo orden de ideas la investigadora Inés Aray señaló que en la mujer y el delito organizado como pandillas, bandas delictivas, narcotráfico y grupos estructurados de delincuencia organizada; adquiere una dimensión diferente.
“En nuestra región, se pueden presentar distintas tipologías del delito protagonizada por mujeres. Dependerán de la procedencia social de la implicada, nivel educativo, estatus socioeconómico, contexto familiar y las relaciones de parejas. Estos factores que rodean la mujer, sin duda, determinaran las motivaciones a delinquir”. Agregó que no es igual pensar por qué roba una chica de clase media y por qué lo hace la chica de zonas populares, el objetivo quizás es el mismo, el provecho ilícito.
Ambas expositoras, precisaron que, el propósito de la investigación fue comprender los factores asociados con los comportamientos violentos de mujeres dentro del hogar, como funcionarias policiales o como delincuentes o miembros de bandas u organizaciones delictivas que pudieran estar generándose en nuestra entidad federal.
Señaló María Palomo que esta es una investigación inédita en la región, porque la cifras e incidencia del delito violentos perpetrados por mujeres en Monagas, sigue siendo poco conocido e incluso subestimado, a pesar de su importancia en la vida social de los monaguenses. Aseveró que el enfoque fenomenológico de la investigación buscó develar desde las voces de las informantes claves, los aspectos subjetivos que llevaron a estas mujeres a incursionar en el mundo de la violencia, procurando caracterizar los factores que predominan regionalmente para que éstas hayan elegido la violencia como forma de actuar en sus vidas. Finalmente estacó que la importancia radica en que se hizo reconocimiento acerca de las particularidades del género, su contexto y su propia percepción acerca de situaciones de impacto. Para Palomo los resultados arrojaron patrones interesantes para explicar el comportamiento violento, la desigualdad y el género de estas mujeres victimarias.
Con información de Observatorio Venezolano de Violencia
