Habitantes del sector Pararicito, ubicado en la parroquia La Pica de Maturín, denuncian que llevan más de dos semanas sin recibir agua por las tuberías. Aseguran que esta situación se ha generado debido a la avería de la bomba que abastece a la comunidad, ocasionada por los constantes apagones.
A pesar de que el Gobierno regional les ayuda con una cisterna, los vecinos se ven obligados a cargar agua para beber y cocinar, ya que el agua que reciben del camión solo es para realizar las tareas diarias.
«Desde la Gobernación nos están apoyando con un camión cisterna, pero no es suficiente. Aún tenemos que buscar agua en el sector vecino para nuestro consumo. Esta carga ya nos está agotando; soy una persona de la tercera edad y no tengo la fuerza necesaria para seguir así», expresó María Wietstruck.
Por su parte, Irma Mejías, madre de cinco niños, expresó que más de 30 familias sufren por esta situación y aseguró que con solo un día a la semana en el que pasa la cisterna, el problema del acceso al agua persiste, ya que en tan solo dos días se quedan sin el vital líquido.
«A veces recojo el agua que trae la cisterna y la hiervo para poder consumirla, ya que el sector Terrazas donde buscamos agua queda un poco lejos», destacó.
Los habitantes también resaltaron que representantes de Aguas de Monagas les informaron que su sector está en una lista para recibir una nueva bomba de agua, pero aún no hay equipos disponibles. Los vecinos continúan a la espera de respuestas por parte de las autoridades.
Claman por asfaltado
Además, denunciaron la mala calidad de las tres calles que conforman el sector, indicando que llevan aproximadamente 12 años sin ser beneficiados con asfaltado en la zona.
«Algunas calles son de tierra y otras tienen el asfalto en mal estado. Pedimos a las autoridades competentes que nos ayuden con el asfaltado, ya que cuando llueve las calles de tierra se vuelven intransitables», comentó Mejías.
Piden mejorar el tendido eléctrico en la zona
Asimismo, reportaron que varias guayas eléctricas se tocan entre sí, lo cual ha provocado que algunos electrodomésticos se quemen.
«Se me quemó un aire acondicionado y un parlante porque hay muchos bajones de luz. Además, estas guayas afectan los bombillos del alumbrado público del sector, lo que ha dejado a parte del área a oscuras», concluyeron los vecinos.
Fotos/Osmel Rodríguez
