Un macabro crimen fue perpetrado a inicios de febrero en la ciudad de Groton, estado de Connecticut, al noreste de EE.UU., pero fue solo esta semana pasada que las autoridades policiales de esa entidad pudieron dar con el responsable. La víctima, una mujer de 58 años identificada como Suzanne Wormser.
El asesinato causó conmoción porque se sumó a una ola de homicidios registrados en ese estado y se planteó la posibilidad de que en la zona estuviera presente un asesino en serie. Sin embargo, la hipótesis fue descartada, pero la brutalidad del hecho no dejó a los policías tranquilos.
De acuerdo con NBC, entre el 13 y el 18 de febrero fue abandonada una maleta en los alrededores del cementerio Colonel Ledyard, cerca de unos contenedores de basura. Con el paso de los días, comenzó a despedir un fuerte olor nauseabundo y putrefacto.
Un 19 de marzo
Un mes después, el 19 de marzo, un testigo no identificado alertó a las autoridades, que en la valija encontraron el torso de un cadáver, sin cabeza ni extremidades. Fue hasta el 9 de abril, casi dos meses después de que la maleta fuera abandonada, cuando la medicatura forense identificó como víctima de homicidio a Suzanne Wormser, quien vivía a unos 300 metros del cementerio.
Tras las investigaciones preliminares, los agentes lograron comunicarse con la familia de la occisa y procedieron a allanar la vivienda donde residía junto con Donald Coffel, de 68 años, que se convirtió en el principal sospechoso y semanas después confesó el espeluznante asesinato.
Coffel contó que mató a su compañera de apartamento al golpearla varias veces con un bate de béisbol. «Está bien, lo hice. La golpeé con un maldito bate de béisbol y le reventé la cabeza», admitió el asesino. Detalló que, tras matarla, dejó su cuerpo en el apartamento por una semana y media, luego lo descuartizó con una motosierra e introdujo las partes picadas en dos bolsas que echó a la basura, mientras el torso lo escondió en la maleta.
Bajo arresto
Según un testigo, el asesinato se debió a un supuesto problema de drogas. Coffel le habría comentado antes que Wormser le quitó cocaína valorada en 200 dólares y que por eso la iba a matar. Al tiempo, el asesino le dijo a la misma persona que su compañera de apartamento se había mudado y que no la volvería a ver.
Según el informe policial, cuando los agentes entraron al apartamento encontraron una escena terrorífica, con salpicaduras de sangre seca en las paredes, alfombras y muebles, el bate de béisbol ensangrentado, una motosierra, una bolsa de basura con ropa de Wormser, tarjetas de identificación de la mujer y otras pertenencias.
Coffel, quien vivía con Wormser desde noviembre de 2024, fue detenido el pasado viernes, reseña la prensa local, tras ser localizado en un hospital donde recibía tratamiento por cáncer de páncreas. Desde entonces se encuentra arrestado y acusado de asesinato, manipulación de pruebas físicas y eliminación indebida de un cuerpo. La justicia le impuso una fianza de un millón de dólares y deberá volver a la corte el próximo 10 de junio.
Vía Notitarde
